La transición de un sistema de modelado o diseño a otro, como lo es del CAD al BIM, ha traído una serie de dilemas en el sector productivo e industrial.
Por un lado, están los recién egresados que se educaron usando sistemas CAD, que al egresar se sienten frustrados por la sensación de toda una carrera perdida. Por otro lado, están los experimentados, que toda su vida han trabajado con dicho modelado, y sienten que les es imposible aprender otro programa de modelado como el BIM.
Expertos han explicado a los más jóvenes, que no necesita haber frustración, puesto que, en muchos casos, todavía se puede laborar en CAD y empatar con el BIM mientras éste sea no nativo. Asimismo, los más vetustos, deben sentirse tranquilos, puesto que el CAD todavía se sigue usando, aunque ciertamente se emigra cada vez más al BIM. Es decir, dependiendo de los flujos de trabajo, los procesos bajo estricto protocolo y, sobre todo, la buena comunicación entre las partes, algunos podrían trabajar con BIM y otros con CAD, en lo que se acostumbran a migrar al modelado de información de construcción más avanzado.
Es claro que existe una dicotomía entre CAD y BIM, dos metodologías que parecen estar en constante conflicto. A medida que los usuarios de CAD envejecen y los de BIM crecen, surge la pregunta de cómo estas dos tecnologías pueden coexistir. Se explica que CAD no es una herramienta no-BIM, sino una herramienta BIM no nativa, y se discute la importancia de trabajar con protocolos para que ambos sistemas puedan interactuar eficazmente. La cuestión está en ilustrar cómo los elementos en CAD deben estar correctamente estructurados para facilitar la transición a BIM.
Es preciso subrayar la necesidad de adoptar protocolos para mejorar la eficiencia y garantizar la precisión en los proyectos arquitectónicos. Además, se aborda la resistencia al cambio entre los profesionales, especialmente entre aquellos que llevan años trabajando con CAD. Se destaca la importancia de adaptarse a las nuevas tecnologías, no solo por eficiencia, sino también para mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución. Finalmente, se anima a los espectadores a seguir aprendiendo y explorando cursos disponibles para mejorar sus habilidades en ambas plataformas.
Debemos estar siempre informados para adquirir piezas de conocimiento que ayuden a completar la comprensión de estas metodologías y su aplicación práctica. Esto es esencial para desarrollar la carrera profesional lo más eficiente posible, en un mundo cada vez más necesitado de tecnologías que faciliten el trabajo en diversos sectores, como el de la arquitectura y construcción.